¿Cuál es el futuro de las cajas registradoras automáticas?

En este artículo, explico por qué las tiendas minoristas están retirando las cajas registradoras automáticas de sus locales. También examino las tecnologías que podrían sustituirlas para que la experiencia del cliente en tienda no se vea afectada.

¿Cuál es el futuro de las cajas registradoras automáticas?

¿Qué alberga el futuro de las cajas registradoras automáticas? Tras los primeros años de entusiasmo, las cajas registradoras automáticas provocan ahora preocupación entre los vendedores minoristas, que se preguntan la relación coste/beneficio. El estallido de robos pone en duda el ahorro generado al retirar personal, lo que nos lleva a preguntarnos sobre el futuro del pago en las tiendas físicas.

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9 estadísticas de las cajas registradoras automáticas

  • La primera caja registradora automática se instaló en Francia en junio de 2004.
  • La caja registradora número 10.000 se instaló en Francia en 2014.
  • En Bélgica, el 50% de los clientes de Carrefour y Delhaize eligen las cajas registradoras automáticas.
  • El coste de personal representa el 10-12% de los costes operativos de un supermercado.
  • El número de cajeros en Francia cayó un 19% entre 2009 y 2020.
  • Un trabajador puede supervisar hasta 5 cajas registradoras automáticas.
  • Para 2024, el 71% de los supermercados e hipermercados tendrán cajas registradoras automáticas.
  • En Estados Unidos, Dollar General ha eliminado las cajas registradoras automáticas en 300 de sus locales.
  • Los robos conllevan un 5% de pérdidas en ventas con las cajas registradoras automáticas, en comparación con el 1% con las cajas registradoras tradicionales.
desapareciendo las cajas registradoras automáticas

La flaghsip store de Zara en los Campos Elíseos (París) incluye cajas registradoras automáticas equipadas con una balanza.

Las cajas registradoras automáticas llegaron a Europa a principio de los 2000 y se extendieron a toda velocidad. Sus ventajas lo tenían todo para atraer a los minoristas: flexibilidad, disponibilidad, y reducción de los costes de personal. En Francia, por ejemplo, el número de cajeros se redujo en un 19% entre 2009 y 2020. Esta tendencia tan extendida llevó a varios medios de comunicación a afirmar que los cajeros estaban en vías de extinción. La oleada de «tiendas sin empleados» también afectó a Europa, siguiendo la proliferación de tiendas automatizadas de EE.UU. Pero el movimiento se ha quedado sin fuelle. Amazon está cerrando sus tiendas Amazon Go, y Carrefour ha cerrado su tienda automatizada Carrefour Flash. ¿Qué está pasando? ¿Por qué se está retirando la tecnología que se suponía que iba a ahorrar millones a los vendedores minoristas?

desapareciendo las cajas registradoras automáticas

«Carrefour Flash» fue una tienda única abierta por Carrefour en París. Permitía a sus clientes comprar de manera autónoma y pagar a través de cajas registradoras automáticas.

Por qué están desapareciendo las cajas registradoras automáticas

El destino de las cajas registradoras automáticas se vio sellado cuando la inflación entró en nuestras vidas. Los consumidores necesitaban ahorrar para mantener su estándar de vida, y el robo se convirtió en un deporte nacional. Se estima que la pérdida de ventas se acerca ya al 5% en las cajas registradoras automáticas, en comparación con el 1% en las cajas registradoras tradicionales.

Los vendedores minoristas te dirán que es la experiencia del cliente la que los está llevando de vuelta al modelo de cajas registradoras tradicionales, pero no les creas. En una industria con márgenes operativos escasos, unas pérdidas de un 5% son sencillamente inaceptables.

Recuerda que los vendedores minoristas están luchando por reducir las pérdidas y que sus esfuerzos se centran en decimales de porcentajes. Las pérdidas del 5% se salen de la proporción y pueden llegar a ser una amenaza.

Por suerte, el robo no ha llegado todavía a las proporciones que se ven en EE.UU. (véase el vídeo a continuación), donde las tiendas son vandalizadas a plena luz del día. Pero los métodos de proteger los productos que anteriormente estaban completamente disponibles se multiplican cada vez más. Este verano, por ejemplo, vi una botella de vino de 2,99€ con un dispositivo antirrobo en un supermercado italiano. ¿Quién podría haberse imaginado algo así hace tan solo unos años?

El modelo de la tienda sin empleados se ha quedado anticuado

El robo se ha abierto camino con las cajas registradoras automáticas, y es una de las razones por las que los vendedores minoristas ya no invierten en tiendas sin empleados. Pero no es la única.

Las tiendas autónomas se pusieron de moda al otro lado del Atlántico, permitiendo a los vendedores minoristas evaluar sus capacidades de desarrollo tecnológico. Y creo que, desde ese punto de vista, tuvo bastante éxito. Amazon ha sido pionera, permitiendo el desarrollo de innovaciones que habrían sido impensables hace 20 años. Permitieron la creación del «Just Walk Out», experiencia resultante de añadir toda esa tecnología: cámaras, sensores, inteligencia artificial, y nuevos métodos de pago (puedes ver el pago con la palma, por ejemplo).

Pero el hecho se mantiene, y es que seguía habiendo humanos muy involucrados en el proceso de pago, una realidad que tuvieron que ocultar. Se empleaban a casi 1.000 trabajadores indios para verificar el 70% de las transacciones «Just Walk Out». Su creador, por lo tanto, no confiaba por completo en su tecnología.

Al final, el encantador paréntesis de las tiendas autónomas se cerró por 3 razones:

  • Robos
  • El coste de la tecnología
  • El coste humano de la gestión de la tecnología

Si no se puede dejar a los clientes completamente solos, y los vendedores minoristas no dejan de buscar maneras de ahorrar dinero, ¿qué alberga el futuro para el pago en supermercados?

La tecnología se utilizará para facilitar el viaje del cliente al mismo tiempo que se ejerce un control más estricto. La época de la confianza ha llegado a su fin.

¿Qué alberga el futuro para el pago en los supermercados?

No cabe duda de que no volveremos a los locales de venta con un nivel menor de tecnología, pero esa tecnología facilitará el viaje del cliente al mismo tiempo que ejercerá un control más estricto. La época de la confianza ha llegado a su fin.

Strong Point, un fabricante noruego de cajas registradoras automáticas, ya ha virado hacia la detección de robos. Y creo que todavía estamos en los primeros días de la experiencia del cliente del mañana: comprar bajo vigilancia. El reto, por lo tanto, será ocultar esos controles todo lo posible para no preocupar al consumidor.

El reto es ocultar esos controles todo lo posible para no preocupar al consumidor.

Una abolición total de las cajas registradoras automáticas no es posible; los clientes quieren ahorrar tiempo, y los vendedores minoristas deben ofrecer una alternativa a la caja registradora tradicional. Desde este punto de vista, sería bastante viable el reemplazar las cajas registradoras automáticas con una opción más segura.

La solución RFID

Una de esas opciones sería el chip RFID, que ofrece esa seguridad, pero su coste es prohibitivo para los vendedores minoristas. Nespresso ofreció en una ocasión esa solución, pero los productos compensaban ese gasto.

Los chips RFID son ahora compatibles con los carros de la compra inteligentes. Existe una solución perfecta, pero requieren una inversión en CAPEX (carros de la compra inteligentes o cajas registradoras conectadas con lectores RFID) y OPEX (etiquetados RFID) significativa, lo que, en mi opinión, resulta prohibitivo en un entorno de venta minorista tradicional.

Solución combinada de escáner + control de ruta

El futuro de las cajas registradores automáticas yace en combinar las soluciones ya existentes. Por ejemplo, los escáneres utilizados para escanear los productos mientras se compra se podrían combinar con un control de la ruta tomada en la tienda.

Pero esto exige rastrear el viaje del cliente por la tienda de manera individual, lo que presenta algunas preguntas sobre el RGPD. No olvidemos que rastrear el viaje del cliente, tal y como ofrece Amoobi, debe hacerse de manera anónima. No se puede volver a identificar a ningún cliente una vez finalizado.

Soluciones antirrobo: una obligación en el futuro

Junto a las tecnologías que harán más seguras las cajas para los minoristas, creo que en los próximos años veremos también la aparición de productos que permitirán el «reconocimiento de patrones», es decir, el reconocimiento de comportamientos sospechosos.

Ya existen tecnologías para reconocer gestos sospechosos en las estanterías. Pero también podemos imaginar que se utilicen otros tipos de sensores.

Los sensores de desplazamiento montados en el techo que he mencionado antes podrían detectar movimientos sospechosos. Por decirlo de manera más sencilla, los algoritmos de control implementados en las cajas automáticas deben evolucionar. Según mis informaciones, estos algoritmos se basan a menudo en heurísticas que podrían ser más avanzadas. No se recogen las señales de alerta temprana de robo, y solo la lista de productos escaneados puede utilizarse para añadir un poco de inteligencia a los controles.

Conclusión

El amor por las cajas registradoras automáticas está decayendo. Aunque son populares entre los clientes por su practicidad, también son fuente de robos, que causan estragos en las cuentas de los minoristas.

Si el número de cajas registradoras automáticas ya no va a aumentar, los minoristas tienen que ofrecer una solución de autoservicio más rápida que las cajas tradicionales. En este contexto, los minoristas se equiparán en el futuro con soluciones de detección de robos, ya sea en forma de reconocimiento de comportamientos sospechosos o con soluciones tecnológicas que permitan controlar mejor al grupo de consumidores que utiliza las cajas automáticas. Por el momento, los chips RFID no son una solución viable.


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